Jack Miller se consagró en el Gran Premio disputado en Jerez, un terreno que suele ser
hostil para Ducati, y refleja la evolución que tuvo la firma italiana.
Si bien es cierto que, en caso de que Fabio Quartararo no hubiese sufrido del síndrome
compartimental en su brazo, habría conseguido, probablemente, la victoria. También es
verdad que Miller circulaba por delante de todo el resto. Un triunfo que comenzó a gestarse el
sábado.
Hay dos aspectos claves que deben ser tenidos en cuenta en este trazado. Uno de ellos, al
ser conocido por todas las fábricas, recorren numerosos kilómetros en pruebas, se
encuentran varias motos con un rendimiento similar.
Teniendo en cuenta el factor que comentamos en el párrafo anterior, adquiere
protagonismo el otro punto a destacar: la posición de partida. Salir retrasado implica la
posibilidad de quedar enredado con otros competidores.
Con todo esto, y considerando que no era precisamente el más veloz en las
prácticas cronometradas, el australiano adoptó como estrategia “seguir” a Bagnaia en su
vuelta rápida durante la Q2 (como en los videojuegos donde está el “fantasma” como
referencia).
Obtuvo un resultado indispensable: comenzar desde la primera línea de salida. Ahora, ¿No
es que Ducati tenía un dispositivo de largada capaz de doblegar a sus rivales? Sí ¿Tanta
diferencia hay entre ubicarse tercero y cuarto? Sí, también.
El principal inconveniente surge con las características del circuito. La recta principal, que no
es la más extensa, mide menos de 600 mts. Desde la línea de meta hasta la curva 1 no hay mucho más de 250 mts.
Poco lugar como para que la Desmosedici explote su potencial. Como consecuencia, Miller gracias al espacio
limpio en su frente tomó, el liderazgo. Por su lado, Pecco no pudo “esquivar” a sus adversarios.
Luego, siguieron los beneficios para Miller ya que siempre mantuvo su plan.
Si bien en un momento lo adelantó y se distanció Quartararo, que se hallaba en otra liga (algún
día intentaré explicar porque sufren más el síndrome en este escenario que en otros), no
influyó en su andar.
Cabe reconocer que el #43 demostró una perfomance superior a los días previos ya que
quebró en algunas oportunidades el 01:38.0
En cambio, su compañero de equipo quedó enredado con Suzuki y Aprilia (todas en un nivel
similar). Cuando tuvo “campo libre”, el daño ya estaba hecho.
Ahora nos queda otro ítem para visualizar. ¿Cómo hizo la firma de Bologna para colocar
a dos unidades en el podio, con estilos tan diversos? Evolución.
Si miramos el desenlace del año pasado y lo comparamos con el 2021 nos sorprenderíamos.
¿Son las motos actuales 20 segundos más eficaces? No precisamente. Sería inexacto decirlo
porque las condiciones del 2020 fueron muy distintas, con un calor extremo donde no había
grip.
Pero, si aplicamos el mismo denominador para todos, veremos que, en general, casi todas
cruzaron (a KTM no lo incluí en el muestro) la bandera a cuadros 20 seg antes, menos…..Ducati
y Aprilia (este último lo promedié). Justo los que más progresaron. Restaron más de 25
seg. No es casualidad.
Antes de finalizar nos queda por mencionar a Morbidelli. Ya desde la temporada precedente, sabiendo
que su YZR-M1 no es la más actual apostó por la regularidad. Es notorio que, durante los
entrenamientos, todos colocan gomas nuevas y bajan registros mientras
que él gira sin cesar (stints largos) en busca del ritmo de carrera. Me hace acordar al dibujito
“Pepe le Pew” (perdón a los jóvenes, no lo reconocerán) donde, parejo y tranquilo, el zorrino
alcanza siempre a la gata. En esta ocasión podía girar en 01:38 medio hasta que cayera el sol.
Como dije en la semana pasada, ante la falta de un líder, la constancia puede ser un arma
fundamental.
Fernando Chiesa