El triunfo de Fabio Quartararo en el Gran Premio de Mugello podría describirse como una
victoria sin complicaciones pero, lejos de eso, evidencia una evolución del líder.
El desarrollo de la carrera estableció dos aspectos a destacar: el primero de ellos responde
a la perfomance mostrada en la FP4 donde el francés y Bagnaia estaban un escalón por
arriba del resto (el de Ducati no lo pudo ejecutar lamentablemente). Con las Suzuki capaces de
girar en el 01:47 bajo, Oliveira ahí atrás, mientras que Zarco y Miller ya transitaban en
01:47 alto.
Al comienzo, Pecco saltaría a la punta pero su caída temprana impidió ver el duelo. Así el de
Yamaha no tuvo problemas en repetir sus registros del del día anterior hasta crear una brecha.
Sorprendió Zarco en su intento por perseguirlo con buenos cronos. Esto suponía un
dilema. Si dejaba que el de Yamaha aplicara su ritmo, sería difícil de batir. Por otro lado, al
presionar durante el comienzo, disminuiría sus chances sobre el final.
Es para resaltar el progreso de KTM con la incorporación del nuevo chasis. Les permitió
anotar un tiempo competitivo hasta la bajada de la bandera a cuadros y obtener una
sorprendente segunda ubicación.
La atención estaba puesta en la lucha de Rins y Mir contra Miller, que hacía de tapón. Era
clave adelantarlo en los primeros sectores del trazado para llegar con cierto margen a la recta
principal y evitar ser superados. En esta ocasión, el campeón actual del mundo, que es muy
fuerte en el “cuerpo a cuerpo”, ejecutó la maniobra y ambas Suzuki comenzaron a avanzar.
El otro ítem que afianzó la prueba es el rol que está cumpliendo cada protagonista
este torneo. Como dije unos párrafos más arriba, Quartararo parece muy
fuerte, no cometió errores. A diferencia de 2020, a su natural habilidad para clasificar le sumó
solidez el domingo. Además, está manejando bien la presión de ser candidato.
Bagnaia sería el principal oponente pero debe encontrar consistencia en sus resultados.
En la vereda de enfrente, Zarco apuesta la regularidad, que le permite, momentáneamente,
ser escolta.
Por el lado de la firma de Hamatmatsu, Mir estaría retomando la senda luego de la peculiar
fecha de Francia.
Queda mucho por delante. Nada de esto es definitivo. El próximo fin de semana habrá
otro round en Catalunya.
Fernando Chiesa