
La llegada de la Supersport 300 al autódromo de Termas de Río Hondo permitía suponer
que, dadas las características del trazado, se produciría un lindo espectáculo que tuvo, cómo
máxima figura, a Facundo Mora, donde no sólo logró el triunfo, sino que
expuso sus virtudes.
El escenario santiagueño se destaca por ser ancho, con muchos sectores de gas a fondo, y
pocas curvas cerradas / retomes.
Posibilita que varios transiten de manera conjunta y, en caso de que
alguna moto tenga un rendimiento apenas inferior, pueda emparejarse al resto.
Así, luego de que el semáforo se apagase, no tardó en conformarse un grupo amplio y cada
uno empezó a jugar un rol.

En el caso del sanjuanino, le tocó remontar desde atrás debido a un toque en la
largada. Por el lado de Santamaría y Bagnarelli, merodeaban el podio, mientras que
el liderazgo se lo repartían Donatti, Morales, y Grasa (por algunos metros). También lo
integraban Viera y Frasca.
Como decía anteriormente, algunos buscaron la punta, otros se mantuvieron a la
expectativa. Son 9 giros, parecen pocos pero tienen “curva dramática”. Como dije en algún
momento, posee introducción-nudo-desenlace.

A diferencia de Neuquén, donde se jugarían al 100% en la última curva, el frenaje no es tan
brusco y, además, arriban con la moto inclinada. Entonces, no es tan fácil ejecutar la maniobra.
La situación cambia cuando llegan a la par.
Personalmente, creo que es fundamental el tramo que va del frenaje de la recta larga
en adelante. Llegar al frente previo a la última curva es muy importante, no se pueden
“tirar” todos juntos.
Como siempre, voy a destacar a los tres integrantes del podio. En el caso de Mora,
quien participa en el Campeonato Español de Velocidad, venía segundo hasta ese
momento e ingresó con gran velocidad al último parcial. Aprovechó que se molestaron entre
los punteros y se colocó como líder.

Si hablamos de Santamaría también estuvo lejos de las batallas físicas y, Bagnarelli,
ingresó un poco distante en la última vuelta, cerrando el pelotón.
En esta ocasión, a su habitual “lectura” de carrera, el del René Zanatta Sport tuvo que
desplegar un abanico de armas para luchar y defender su colocación.
Del miembro del Quintana Sport quiero resaltar, a la velocidad ya demostrada en su
historial, la tranquilidad con la que afrontó todo el desarrollo de la prueba.
Creo que de esto se trata un poco circular en lote. Mantener la perfomance pese a estar
rodeado de rivales que eligen distintas trayectorias, no desgastar prematuramente la unidad y,
a veces, ocultar un poco los puntos fuertes.

Esto último pudo verse con Facundo Mora al llegar a la última variante. El joven del ESBK,
había escondido esa referencia de frenaje y, sabiendo que tenía a Santamaría pegado (un
ejemplo a la hora de hablar de detenciones), aplicó la maneta y el pie derecho más atrás de
lo que lo hizo normalmente.
El vigente campeón lo intentó, pero se fue largo y Mora, al tener la moto recta, pudo
enroscar el puño del acelerador antes.

Considero que, hoy en día, la categoría ofrece un alto nivel y, para llevarse la victoria en
este tipo locaciones, donde no es fácil construir una brecha, no alcanza con ser rápido. Hay
que agregarle inteligencia.
Facundo Mora estuvo, en general, alejado de roces, pensante (no es casual que haya salido
a la recta final en la ubicación que lo hizo) y calmo a la hora de definirla. Juventud y
experiencia combinados para imponerse de manera notable.
Fernando Chiesa
Fotos: Superbike Argentino (https://superbikearg.com.ar) y